Itaú despide a 1.000 empleados tras vigilar su teletrabajo en Brasil
Itaú, el principal banco de Brasil, ha despedido a 1.000 empleados tras monitorear su productividad durante el teletrabajo, generando críticas de sindicatos y trabajadores por la falta de transparencia y justicia en el proceso. La entidad justifica la medida al afirmar que identificó comportamientos no alineados con sus principios de confianza, a pesar de haber reportado beneficios récord recientemente.

En un polémico giro de los acontecimientos, el banco Itaú, la principal entidad financiera de Brasil, ha decidido despedir a 1.000 empleados después de realizar una vigilancia exhaustiva de su productividad en el contexto del teletrabajo. Este recorte, que representa el 1% de su total de 100.000 trabajadores, ha suscitado fuertes críticas de sindicatos y empleados, quienes consideran que dicho enfoque es injusto y carente de transparencia.
Vigilancia digital y despidos
La controversia surgió cuando la dirección de Itaú instaló varios programas informáticos para monitorizar la actividad de sus empleados que trabajan desde casa. Estas herramientas estaban diseñadas para registrar el tiempo de conexión, las pausas realizadas y el nivel de interacción con aplicaciones laborales cotidianas.
Según los resultados de esta investigación interna, Itaú determinó que ciertos trabajadores estaban utilizando el teletrabajo para hacer pausas excesivas o para no cumplir con sus tareas diarias. A raíz de estos hallazgos, la entidad emitió cartas de despido para los empleados considerados no productivos, generando un fuerte descontento entre el personal afectado.
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Un empleado con más de cinco años de experiencia en el área de informática del banco transmitió su frustración al medio francés Les Échos, expresando que la decisión de la empresa denota un desprecio hacia su labor: “Es como si nos llamaran los vagos de Itaú”. Este trabajador también destacó la falta de oportunidad para presentar su versión ante los despidos, señalando que “sentimos una gran injusticia”.
Reacción de los sindicatos
Los sindicatos del sector bancario respondieron rápidamente en apoyo a los despidos. Exigen a Itaú que comparta los detalles y criterios que fundamentaron la decisión de despido, cuestionando la validez de los objetivos y la metodología utilizada: “¿De qué objetivos estamos hablando? ¿Cómo se miden?”.
Desde el gremio, también se ha calificado la postura de la dirección como "cobarde", haciendo hincapié en la falta de transparencia en todo el proceso.
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Justificación del banco
Itaú, en un comunicado oficial, explicó que su objetivo al implementar esta vigilancia digital era identificar cómo el teletrabajo podía estar afectando la productividad de sus empleados y si todos los trabajadores cumplían con sus responsabilidades asignadas. La entidad argumenta que en algunos casos se identificaron comportamientos que no estaban alineados con sus principios de confianza.
No obstante, muchos empleados y sindicatos cuestionan la lógica detrás de esta vigilancia, especialmente en un contexto donde el banco reportó beneficios récord de 6.400 millones de euros el año anterior, sugiriendo que no existía una crisis financiera que justificara estos despidos.
Impacto en la cultura laboral
El uso de tecnologías para seguir el rendimiento laboral, como parte de la estrategia de Itaú, tiene como objetivo fomentar la figura del ‘ituber’, un concepto que implica al empleado que se adapta a los valores de innovación tecnológica y rendimiento establecidos por la entidad. Sin embargo, el hecho de que un software sea capaz de determinar el cumplimiento de las obligaciones laborales ha generado un ambiente de desconfianza entre los empleados.
La falta de consideración por las circunstancias personales, la naturaleza de las tareas y las dificultades específicas del teletrabajo ha sido un punto crítico señalado por los trabajadores despedidos y sus representantes sindicales. También critican la ausencia de información previa que permitiera a los afectados impugnar las medidas adoptadas.
La evolución del trabajo en Brasil
En el contexto laboral de Brasil, los modelos de trabajo híbrido, que combinan días presenciales en la oficina con jornadas remotas, están en auge. Sin embargo, un número creciente de empresas ha comenzado a implementar sistemas digitales para supervisar la productividad, como lo ha hecho Itaú. Este tendencia podría tener repercusiones en cómo los empleados se sienten valorados en su trabajo y cómo perciben la confianza que las empresas tienen en ellos.
Conclusiones
La decisión de Itaú de despedir a 1.000 empleados tras una exhaustiva vigilancia de su teletrabajo ha desatado un fuerte debate en Brasil sobre la confianza, la productividad y la transparencia en el entorno laboral. Mientras los sindicatos exigen mayor claridad y justicia para los trabajadores despedidos, la entidad defiende su acción como un intento de preservar la cultura y la confianza en las relaciones laborales.
Este evento requiere una reflexión más amplia sobre los límites de la supervisión digital y su impacto en la moral de los empleados.
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