El impacto del cambio climático en Chile: datos alarmantes y desafíos actuales
El cambio climático está impactando gravemente a Chile, evidenciado por el aumento de temperaturas, la megasequía que ha causado un déficit de precipitaciones del 30% en la última década, y el incremento de fenómenos extremos como olas de calor y erosión costera. Ante estos desafíos, el país ha implementado la Ley Marco de Cambio Climático, que busca alcanzar la carbono neutralidad para 2050 y fomentar la resiliencia frente a esta crisis ambiental.

El cambio climático ha dejado de ser una mera proyección futura; se ha convertido en una realidad apremiante que afecta a Chile de diversas formas. Debido a su geografía y clima, el país se muestra particularmente vulnerable ante los efectos de este fenómeno global. A continuación, se presentan datos que evidencian los desafíos actuales que enfrenta Chile en este contexto.
Aumento sostenido de las temperaturas
Un indicador claro del cambio climático en Chile es el aumento constante de las temperaturas. Los registros evidencian una tendencia preocupante:
Décadas más cálidas: Entre 1961 y 2019, la temperatura media en Chile ha aumentado a un ritmo de 0,13 °C por década.
Temperaturas máximas en alza: En el período más reciente, entre 1981 y 2019, el aumento de las temperaturas máximas se ha acelerado, promediando 0,20 °C por década a nivel nacional.
Récords anuales: El año 2019 fue el tercer año más cálido en 59 años y el noveno consecutivo con temperaturas por encima del promedio histórico del país. En ese año, la temperatura máxima fue 1 °C superior al promedio.
Zonas críticas: La localidad con el mayor aumento de temperatura entre 1961 y 2019 fue Curicó, que presentó una alarmante tasa de 0,21 °C por década.
La megasequía: Menos lluvia, más aridez
La escasez de agua se ha convertido en una de las consecuencias más significativas del cambio climático en Chile. Desde 2010, el país atraviesa una "megasequía" que afecta de manera continua gran parte del territorio.
Déficit histórico: Entre 2010 y 2019, la zona que abarca desde Coquimbo hasta La Araucanía ha experimentado un déficit de precipitaciones cercano al 30 %.
Años extremadamente secos: El año 2019 se registró como el segundo más seco desde 1981, con un déficit promedio de lluvias del 23 % a nivel nacional.
Regiones más afectadas: Las caídas más significativas en las precipitaciones se concentran entre las regiones de Coquimbo y Biobío, alcanzando un déficit promedio del 70 %. En 2019, más del 83 % de las estaciones meteorológicas del país reportaron déficits.
Proyecciones preocupantes: Se estima que las precipitaciones en la zona entre las cuencas de los ríos Elqui y Baker disminuyan entre un 5 % y un 15 % para el periodo 2030-2060, con un impacto más notable en el sur del país.
Fenómenos extremos cada vez más comunes
El cambio climático no solo afecta promedios, sino que también provoca un aumento en la frecuencia e intensidad de eventos extremos.
Olas de calor: Se considera una ola de calor cuando las temperaturas máximas superan un umbral elevado durante al menos tres días consecutivos. Entre 2010 y 2019 se registraron 64 eventos de este tipo, y solo en 2019, Santiago alcanzó un récord de 13 olas de calor.
Inundaciones y heladas: Estos fenómenos, difíciles de prever, causan daños severos en la agricultura, con destrucción de cultivos, pérdida de cosechas y altos costos de reparación de infraestructura.
Erosión de las costas: Aunque no toda la erosión se debe al cambio climático, este fenómeno contribuye al retroceso de las playas. Un estudio del Ministerio del Medio Ambiente reveló que el 80 % de las playas analizadas en Chile presentan algún grado de erosión, como es el caso de Hornitos y Algarrobo, que muestran un retroceso promedio de más de 2 metros al año.
Acidificación del océano: Los océanos absorben cerca del 30 % del CO2 liberado por la actividad humana, lo que incrementa su acidez (menor pH). Este proceso dificulta que organismos como moluscos y corales desarrollen sus conchas y esqueletos de carbonato de calcio, poniendo en riesgo su supervivencia. Investigaciones de científicos chilenos sugieren que los impactos de la acidificación podrían estar siendo subestimados.
Impactos directos en sectores clave: El caso de la agricultura
La agricultura en Chile es uno de los sectores más afectados por el cambio climático, obligando a los agricultores a adaptarse a un panorama cada vez más desafiante.
Disponibilidad de agua: La disminución de agua para riego afecta de forma directa la productividad de cultivos vulnerables, como la vid y los frutales.
Ciclos de crecimiento alterados: El aumento de las temperaturas provoca que algunas plantas florezcan antes de tiempo, lo que puede repercutir en su rendimiento y calidad, como ocurre con las uvas destinadas a la producción de vino.
Aumento de plagas: El calor y la humedad han favorecido la proliferación de plagas y enfermedades, como el gusano cogollero, lo que eleva los costos de producción.
Un desafío global con respuestas locales
Enfrentar el cambio climático es un reto que requiere la acción conjunta de países, empresas y ciudadanos. Chile ha asumido compromisos importantes, como la Ley Marco de Cambio Climático, que tiene como meta alcanzar la carbono neutralidad a más tardar en 2050 y aumentar la resiliencia del país. Esta ley formaliza instrumentos como la Estrategia Climática de Largo Plazo y el Plan Nacional de Adaptación.
Desde la ciudadanía, también se pueden aportar acciones concretas para cuidar el agua, la energía y la naturaleza, como reducir el consumo en el hogar y optar por medios de transporte más sostenibles.
Combatir el cambio climático es una urgencia que debe abordarse de inmediato. Los datos son contundentes y la responsabilidad recae en todos.
Para seguir informado sobre el cambio climático y otros temas de interés, te invitamos a continuar leyendo más noticias en Liven.
¿Te gustó esta noticia?
Mantente informado con las últimas noticias de Chile y el mundo.