miércoles, 1 de octubre de 2025
Tecnología 6 min de lectura

El futuro del 5G y 6G en América Latina: desafíos y oportunidades

La implementación del 5G en América Latina enfrenta desafíos significativos, como barreras regulatorias y una brecha digital creciente, mientras que países como Brasil, México y Chile lideran el despliegue. A pesar de estos obstáculos, el potencial del 5G podría transformar sectores como salud, educación e industria, y se espera que su impacto económico alcance los 3.3 billones de dólares para 2035.

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El futuro del 5G y 6G en América Latina: desafíos y oportunidades
Imagen generada con Google Nano Banana

La conectividad móvil se ha convertido en un pilar esencial para la economía global y la competitividad. En América Latina, el avance en la implementación de la tecnología 5G ha generado grandes expectativas, pero también ha resaltado desafíos significativos que la región debe enfrentar para no quedar rezagada en la carrera tecnológica. Mientras que las redes 5G inician su madurez, la discusión sobre la próxima generación, el 6G, ya ha comenzado, ofreciendo nuevas oportunidades y una necesidad apremiante de preparación estratégica.

El estado actual del 5G en América Latina: un panorama de contrastes

El despliegue de la tecnología 5G en América Latina ha sido desigual, con la región quedando atrás en comparación con Europa y Asia, siendo incluso superada por África en cuanto a redes instaladas. Este atraso se atribuye a factores como la costosa y retrasada subasta de espectro, marcos regulatorios desfavorables y limitados niveles de inversión.

Brasil, México y Chile emergen como los líderes en la región. Estos países iniciaron sus procesos de implementación antes que otros, logrando así una cobertura que ya alcanza ciudades pequeñas y algunas áreas rurales. En particular, Brasil destacó por su subasta de espectro en 2021, que incentivó inversiones significativas y el despliegue de redes 5G Stand-Alone (SA), lo cual es un paso crucial hacia la futura transición al 6G. Chile también se adelantó con su propia licitación en 2021, promoviendo la digitalización de sectores clave.

En contraste, países como Colombia, Uruguay y Argentina están en etapas más tempranas de despliegue. En Colombia, por ejemplo, la subasta se realizó a finales de 2023 y el encendido de la red comenzó en febrero de 2024. A pesar de los avances, la disparidad con respecto a los países líderes es evidente.

Desafíos clave para el despliegue del 5G

La implementación del 5G en América Latina enfrenta varios obstáculos:

  1. Desafíos técnicos y humanos: La necesidad de personal técnico especializado para entender, instalar y mantener las nuevas redes es un reto importante. Experiencias en países como Chile han evidenciado la necesidad de movilizar talento capacitado entre los países de la región para cumplir con las exigencias del mercado.

  2. Barreras regulatorias y financieras: En varios países, las regulaciones han ralentizado el proceso. En Colombia, por ejemplo, la falta de una clara separación entre licencias para consumidores (B2C) y empresas (B2B) limita la capacidad de los integradores para ofrecer soluciones específicas. La inversión necesaria para el despliegue es considerable; se estima que a nivel global se requerirán más de 300 mil millones de dólares para 2027 en equipamiento. Las empresas de telecomunicaciones en la región, con márgenes de ganancia más ajustados, podrán abordar este desafío solo mediante alianzas estratégicas.

  3. La brecha digital: Existe preocupación de que el 5G, en lugar de cerrar la brecha digital, podría ampliarla. El despliegue inicial se ha centrado en grandes ciudades, dejando a gran parte de la población rural con tecnologías 4G o inferiores. Sin estrategias de inclusión adecuadas, la distancia entre las zonas conectadas y las desconectadas aumentará.

  4. Disponibilidad de espectro: La asignación de espectro radioeléctrico es vital. Las administraciones deben poner a disposición de los operadores mayores cantidades de espectro, especialmente en bandas bajas (sub-1 GHz), medias (3-6 GHz) y milimétricas (sobre 6 GHz), para permitir el pleno desarrollo de la tecnología. Además, es esencial que el espectro adjudicado esté "limpio", libre de interferencias de otros servicios, lo cual es un proceso que usualmente es lento y costoso.

Las inmensas oportunidades del 5G

A pesar de los retos, el potencial transformador del 5G es innegable y se extiende a múltiples sectores productivos:

  • Salud, educación y entretenimiento: La baja latencia del 5G revolucionará sectores críticos. En medicina, se podrán realizar cirugías a distancia y potenciará la telemedicina en áreas rurales. En el ámbito del entretenimiento, se espera que el consumo de video en streaming y de videojuegos en la nube triplique su tráfico para 2027.

  • Industria 4.0 y agricultura: El 5G es fundamental para la Industria 4.0, habilitando la automatización, el Internet de las Cosas (IoT), inteligencia artificial y robótica. En agricultura, los sensores IoT y la operación remota de maquinaria pueden aumentar la productividad y optimizar el uso de los recursos.

  • Ciudades y servicios inteligentes: La tecnología permitirá el desarrollo de ciudades inteligentes, mejorando la gestión del tráfico, la seguridad urbana mediante drones y patrullas conectadas, así como la eficiencia en los servicios públicos.

El impacto económico proyectado del 5G en América Latina es monumental. Según un estudio de OMDIA-NOKIA, el valor económico del 5G en la región podría alcanzar los 3.3 billones de dólares para 2035.

Mirando hacia el futuro: La llegada del 6G

Mientras el 5G se establece, ya se está trabajando en la siguiente generación, el 6G, cuyo despliegue comercial se anticipa para alrededor de 2030. El 6G promete ofrecer una conectividad superior, con velocidades hasta 100 veces más rápidas que el 5G, latencia ultrabaja e inteligencia artificial integrada en la red. Esto habilitará aplicaciones futuristas, como la telepresencia holográfica y los robots colaborativos.

No obstante, el camino hacia el 6G en América Latina depende en gran medida del éxito del 5G. La nueva generación se construirá sobre las bases de redes 5G avanzadas (5G Stand-Alone). Dado que la mayoría de los países en la región aún operan en 5G No-Stand Alone (apoyados por infraestructura 4G) o no han comenzado su despliegue, el rezago actual podría acentuarse con la próxima generación.

¿Cómo puede prepararse América Latina?

Para mantenerse en la vanguardia de la innovación, la región necesita establecer una estrategia clara y coordinada. Las recomendaciones de los expertos incluyen:

  1. Acelerar el despliegue del 5G: Es crucial agilizar las licitaciones de espectro pendientes y facilitar la construcción de infraestructura 5G.

  2. Modernizar los marcos regulatorios: Se requieren políticas públicas que incentiven la inversión, simplifiquen los trámites para el despliegue de infraestructura y promuevan la cooperación entre operadores.

  3. Invertir en infraestructura y talento: Es fundamental fomentar la colaboración público-privada para actualizar la infraestructura y desarrollar programas de formación que preparen a la fuerza laboral del futuro.

  4. Fortalecer la colaboración regional: La participación en alianzas internacionales de estandarización permitirá a la región influir y mantenerse actualizada en la evolución tecnológica.

El futuro digital de América Latina es prometedor, pero su éxito depende de las decisiones y acciones que se implementen hoy. La colaboración entre gobiernos, operadores y empresas será esencial para crear un ecosistema que no solo despliegue la tecnología, sino que la convierta en una herramienta real de desarrollo económico y social para todos sus habitantes.

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Última actualización: hace 23 horas
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Por Redacción Liven