La evolución de las tarjetas de crédito en Chile desde los 70 hasta hoy
La evolución de las tarjetas de crédito en Chile, que comenzó en la década de 1970 con la llegada de Diners Club y la creación de Bancard, ha pasado por diversas etapas de consolidación y competencia, culminando en un mercado más abierto con la implementación del Modelo de Cuatro Partes que permite la entrada de nuevos competidores como Getnet y Red Global.

La trayectoria de las tarjetas de crédito en Chile es un claro reflejo del desarrollo y modernización del sistema financiero del país. Desde su aparición en la década de 1970, las tarjetas han evolucionado y se han convertido en una herramienta fundamental para las transacciones diarias de los chilenos.
Los Primeros Pasos: La Década de 1970
Aunque el concepto de tarjeta de crédito fue introducido en Estados Unidos en 1914 mediante Western Union, su llegada a Chile se produjo bastante más tarde. Las primeras tarjetas de crédito en el país aparecieron en la mitad de los años 70, siendo inicialmente utilizadas por grandes cadenas de casas comerciales y restringidas a sus propios establecimientos.
El verdadero cambio en el panorama crediticio chileno comenzó a finales de esa década:
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1978: Diners Club presentó las primeras tarjetas de crédito con amplia aceptación en el mercado chileno, y poco después, el Banco Hipotecario y de Comercio emitió la primera tarjeta Diners Club en el país.
1979: La Superintendencia de Bancos e Instituciones Financieras (SBIF) autorizó a Bancard S.A. para emitir y manejar tarjetas de crédito. También comenzó a permitir que los bancos participaran en este nuevo sistema, resultando en la emisión de las primeras tarjetas Visa por instituciones bancarias en Talca y Concepción.
Un personaje clave en esta etapa fue Sebastián Piñera, quien, tras finalizar sus estudios en Harvard, se integró a la consultora Infinco y propuso la introducción de las tarjetas de crédito en Chile. Si bien existen diversas versiones sobre la idea original, es indiscutible que Piñera desempeñó un papel crucial en el desarrollo de este modelo de negocio a través de Bancard, que recibió autorización para operar en octubre de 1978.
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La Década de 1980: Consolidación y Competencia
Los inicios del negocio de tarjetas de crédito no fueron fáciles. Esta nueva herramienta financiera era poco conocida y Bancard enfrentó numerosos desafíos, incluyendo la búsqueda de inversionistas y varias barreras legales, dado que la legislación vigente no contemplaba estas operaciones.
Mientras aguardaban la autorización de la superintendencia, en 1979, la tarjeta Diners hizo su aparición en el mercado respaldada por un grupo de bancos de gran influencia y encabezada por el economista Rolf Lüders. Ante esta competencia, Piñera y su socio Eugenio Mandiola decidieron implementar una estrategia arriesgada: regalar tarjetas para capturar rápidamente el mercado.
Para 1981, Bancard dominaba el 64% del sector, gestionando 127 mil tarjetas. A pesar de la crisis económica de 1982, el negocio continuó en expansión. Un hito relevante fue la creación de la tarjeta Magna en 1985, que buscaba facilitar el acceso al crédito para los segmentos de clase media y baja.
En 1989, se produjo un cambio fundamental con la creación de la Sociedad Interbancaria Administradora de Tarjetas de Crédito, que sentó las bases para lo que hoy es Transbank S.A. Esta sociedad, formada por distintos bancos, nació con el propósito de administrar las operaciones de tarjetas de crédito en el país.
La Década de 1990: La Era de Transbank
Durante los primeros años de la década de 1990, Transbank estableció su dominio en el mercado de adquisición (la afiliación de comercios para aceptar pagos con tarjeta):
1990: Transbank empezó a operar la primera tarjeta de crédito Visa emitida por un emisor local y adquirió la administración de Diners Club.
1991: Mediante una negociación con Bancard, Transbank asumió la administración de MasterCard y Magna, ampliando su red a 35 mil comercios afiliados.
Estos acuerdos, despejados por las autoridades de libre competencia de entonces, permitieron a Transbank posicionarse como el único adquirente en el país, estableciendo un monopolio de hecho durante casi 30 años. En 1990, se emitió la primera tarjeta de crédito local, marcando un antes y un después en la afiliación de comercios.
La innnovación siguió su curso. En 1992, Transnet fue lanzado como un sistema de autorización y captura electrónica en línea, lo que incrementó la seguridad y rapidez en las transacciones.
El Nuevo Milenio: Digitalización y Masificación
Con la llegada del siglo XXI, la adopción de pagos electrónicos y la diversificación de productos se hicieron más evidentes. El uso de cheques comenzó a declinar notablemente, siendo reemplazado por formas más seguras y prácticas como las tarjetas de débito y las transferencias electrónicas.
Transbank desempeñó un papel fundamental en esta transformación mediante el lanzamiento de herramientas claves:
2000: Introducción de Redcompra para pagos con débito y Webpay para transacciones en línea.
2008: Implementación de Webpay Plus, que refuerza la seguridad en las compras digitales.
2009: Presentación de PinPass, que sustituyó la firma por una clave secreta, aumentando así la seguridad.
A medida que avanzaba la última década, el mercado continuó su evolución con la aparición de billeteras digitales como Onepay, métodos de pago sin contacto (contactless) y la integración de plataformas como Apple Pay.
Hacia un Mercado más Competitivo: El Modelo de Cuatro Partes
El modelo en que Transbank, propiedad de los bancos emisores, operaba como el único adquirente (conocido como Modelo de Tres Partes o M3P), enfrentó varios desafíos legales y regulatorios que buscaban fomentar una mayor competencia en el sector. Finalmente, el mercado chileno evolucionó hacia un Modelo de Cuatro Partes (M4P).
En este nuevo esquema, las funciones de emisión (los bancos que emiten tarjetas) y adquirencia (las empresas que afiliadas aceptan comercios) se separan, mientras que las marcas de tarjetas (como Visa y Mastercard) actúan como plataformas intermediarias. Este cambio, impulsado por decisiones de bancos como Banco Santander y ratificado por el Tribunal de Defensa de la Libre Competencia, permitió la incorporación de nuevos competidores en el espacio de adquirencia, como Getnet y Red Global, poniendo fin al histórico monopolio de Transbank.
La historia de las tarjetas de crédito en Chile ilustra la evolución del país en el ámbito financiero: un camino caracterizado por la visión empresarial, avances tecnológicos y una permanente adaptación a un contexto regulatorio que busca un mercado más abierto y competitivo, beneficiando tanto a comerciantes como a consumidores.
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