sábado, 6 de diciembre de 2025
Salud 4 min de lectura

El Huevo en Adultos Mayores: 7 Errores que Pueden Poner en Riesgo tu Salud

El artículo detalla siete errores comunes en la preparación y consumo de huevos que pueden comprometer la salud de los adultos mayores, como consumir la yema cruda o utilizar aceites inadecuados, y ofrece recomendaciones para maximizar los beneficios de este nutritivo alimento, promoviendo su inclusión diaria en la dieta para mantener la salud y la independencia en la vejez.

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El Huevo en Adultos Mayores: 7 Errores que Pueden Poner en Riesgo tu Salud
Imagen generada con Google Nano Banana

El huevo es reconocido como un superalimento y una excelente fuente de proteínas, vitaminas y minerales, todos esenciales para mantener la salud, especialmente en la tercera edad. Sin embargo, algunas prácticas comunes en su preparación y consumo pueden convertir este alimento en un potencial riesgo para la salud, generando infecciones intestinales, inflamación crónica y problemas cardíacos.

Si se es un adulto mayor o se cuida a uno, es crucial estar al tanto de los errores comunes al consumir huevos y aprender cómo corregirlos para maximizar sus beneficios sin poner en riesgo el bienestar.

Error 1: Consumir la Yema Líquida o Cruda

Disfrutar de un huevo con la yema suave puede ser placentero, pero esta práctica es una de las más peligrosas. La yema cruda puede albergar Salmonela, una bacteria que provoca infecciones intestinales graves con síntomas como diarrea, vómitos y dolor abdominal. En casos extremos, esta infección puede entrar al torrente sanguíneo, lo que requiere hospitalización.

Solución: Cocinar siempre los huevos a temperaturas superiores a 75°C, asegurando que la yema esté completamente firme. Las formas más seguras de prepararlos son hervidos durante 11-12 minutos o escalfados.

Error 2: Tirar la Yema por Miedo al Colesterol

Durante años, se ha creído que la yema es perjudicial por su contenido de colesterol. Este es un mito. Investigaciones han demostrado que el colesterol consumido en la dieta no eleva significativamente el colesterol LDL en la sangre para la mayoría de las personas. Descartar la yema es un error nutricional, ya que en ella se concentra la mayor parte de la vitamina D, colina y hasta el 90% de minerales como el calcio.

Solución: Consumir el huevo en su totalidad. La yema no solo contiene grasas saludables, sino que también puede ayudar a disminuir el colesterol LDL cuando se oxida en un organismo inflamado.

Error 3: Freír los Huevos con los Aceites Equivocados

La técnica de cocción es tan importante como el huevo en sí. Freírlo con aceites como el de girasol, maíz o canola puede ser perjudicial. Al ser sometidos a altas temperaturas, estos aceites liberan partículas inflamatorias que se adhieren a los alimentos, lo que inflama el intestino y las arterias. Este proceso puede llevar a que el colesterol se oxide y se acumule, aumentando el riesgo de infartos.

Solución: Para saltear, utilizar una pequeña cantidad de aceite de oliva virgen o de aguacate, a fuego bajo. Es importante no usar aceites "extravirgenes" para cocinar, ya que se queman fácilmente, y evitar grasas saturadas como la mantequilla o la manteca de cerdo.

Error 4: Acompañarlo de Alimentos "Tóxicos"

El huevo no es el mayor responsable del aumento de colesterol; en cambio, los acompañamientos son los verdaderos culpables. Combinaciones típicas como huevos con tocino, pan blanco o jugo de naranja procesado son perjudiciales para la salud.

Solución: Optar por un desayuno más saludable. Combinar huevos con:

  • Grasas saludables: Aguacate, un chorrito de aceite de oliva o frutos secos.

  • Fibra: Pan 100% integral, avena o una porción de fruta entera.

  • Bebidas saludables: Café, té verde, agua con limón o jugos naturales sin filtrar.

Error 5: Lavar los Huevos Antes de Guardarlos

Los huevos comprados en granjas a menudo vienen con algo de suciedad. La reacción natural es lavarlos antes de almacenarlos, pero esto debe evitarse. La cáscara del huevo posee una capa protectora llamada cutícula. Al lavarla, se rompe esta barrera y se crean microporos que permiten la entrada de bacterias como la Salmonela.

Solución: Si es necesario limpiar los huevos, hacerlo justo antes de cocinarlos y no para su almacenamiento.

Error 6: Creer que Todos los Huevos son Iguales

No todos los huevos proporcionan la misma calidad nutricional. Esta depende de la alimentación y el estilo de vida de la gallina. Los huevos de gallinas criadas en jaulas y alimentadas con maíz transgénico pueden tener hasta seis veces menos vitamina D y grasas saludables en comparación con los de gallinas criadas en libertad.

Solución: Siempre que sea posible, seleccionar huevos de gallinas en libertad o de pastoreo, que tienden a ser más ricos en nutrientes, ya que las gallinas tienen acceso a una dieta más variada y luz solar.

Error 7: Limitar su Consumo por Miedo

El temor al colesterol ha llevado a muchos adultos mayores a restringir su consumo de huevos. Sin embargo, para esta población, el huevo es un alimento fundamental. Ingerir de dos a tres huevos al día es seguro y beneficioso para la mayoría. Cada huevo aporta entre 6 y 9 gramos de proteína de alta calidad, esencial para combatir la sarcopenia, fortalecer los huesos y mantener la independencia y movilidad.

Solución: No dudar en incorporar de 1 a 3 huevos diarios en la dieta para fortalecer y mantener la masa muscular, asegurando así una vida activa y saludable en la vejez.

Con estos consejos, se revela el verdadero potencial del huevo como un aliado en la salud. Con un consumo informado y prácticas adecuadas, se puede disfrutar de sus múltiples beneficios. Para más información sobre hábitos saludables y noticias de interés, sigue leyendo en Liven.

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Última actualización: hace 1 hora
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Por Redacción Liven